Esta enfermedad es muy común en las razas de perros grandes, sobre todo en nosotros los Golden Retriever. Se le conoce como displasia de cadera, es una enfermedad congénita producida por una malformación de la articulación coxofemoral.
Esta enfermedad es complicada de detectar cuando somos cachorros, ya que se desarrolla más adelante cuando vamos cogiendo peso y volumen y aun tenemos el esqueleto aún inmaduro y sin terminar de formar. Así que los los veterinarios no la pueden diagnosticar hasta que cumplimos entre 9 y 12 meses.
Esta enfermedad no presenta los mismos síntomas en todos los perros afectados.Pueden darse casos de displasia severa prácticamente asintomáticos, y también pueden darse de displasia leve, como por ejemplo una cojera que se da después de un ejercicio.
Los factores que afectan a que se produzca son muchos: El volumen muscular de cada perro, la sensibilidad al dolor de cada uno, desgaste del cartílago, sobrepeso, ejercicio excesivo en los primeros meses de vida, alimentación inadecuada sin los componentes necesarios para endurecer los músculos y los tendones.
Generalmente se manifiesta por las dificultades que presentamos los cachorros para pararnos y el tambaleo de las patas traseras al caminar. Además se presenta en caderas anchas, cuadradas, son cachorros bastante sedentarios, algunos hasta comen sentados .
Algunos cachorros no manifiestan síntomas y llegan a la edad adulta conviviendo bastante bien con la enfermedad pero son portadores genéticos así que eso supone que pueden transmitírsela a sus crías. La manifestación de la enfermedad puede aparecer tarde o temprano.
Los hallazgos clínicos incluyen: intolerancia al ejercicio, rengueras, se incrementa la dificultad para saltar, se escuchan sonidos de chasquido en movimientos forzados o cuando andan, atrofias musculares, incremento de la agresión debido al dolor, restricción de los movimientos de la cadera, dificultades para correr o saltar , etc.
Esta enfermedad se diagnostica a través de una radiografía que se toma con el animal anestesiado, para que relaje sus músculos y ligamentos. Es muy importante saber que la radiografía se puede realizar a partir de los 6 meses de vida ya que ya permitiría diagnosticar y actuar cuanto antes si fuera necesario, puesto que no hace falta esperar al año, cuanto más tarde peor.
Los tratamientos dependen del nivel en de deterioro producido por la enfermedad y dependiendo del estado en el que se encuentre nuestra mascota, nuestro veterinario nos aconsejará un tratamiento u otro. Los más comunes son los siguientes:
1.Medicamentos: antinflamatorios no esteroideos, corticoides, condroportectores, regeneradores del cartílago,
2. Fisioterapia
3. Analgésicos
4. Tratamientos quirúrgicos
TENER EN CUENTA:
- Si el perro mueve las caderas al andar no tiene porque tener displasia.
- Si cojea después de hacer ejercicio no tiene porque tener displasia, puede ser un problema de ligamentos, una herida en la pata o cualquier cosa.
- La displasia debe ser controlada siempre, en cualquiera de nuestras edades, desde que somos cachorros, adultos hasta más mayores.
- Si tenemos displasia podemos llevar una vida normal con un tratamiento adecuado.
- Un perro que tenga displasia puede hacer ejercicio igual que los demás, pero cuidando hacer determinados ejercicios por ejemplo a la hora de saltar, pero es importante que haga para endurecer el musculo.
- La displasia grave no implica necesariamente nuestro sacrificio, ya que actualmente contamos con una tecnología quirúrgica que puede solucionar la enfermedad y controlarla más tarde con un tratamiento.
Muy buen artículo, similar pasa con la displasia de codo. Añado según un estudio con mas de 700 goldens de particulares, que esterilizar o castrar aumenta el riesgo de padecerla en un 50%. entre los perros operados había el doble de casos, que entre los no operados.